Consejos y técnicas para pulir suelos de mármol
Hay pocas opciones más elegantes que un suelo de mármol. Es
un material atemporal y siempre de actualidad, aunque en los dos últimos años
se han incrementado las imágenes de diseño de interiores de tendencia que incluyen
elementos de mármol en revestimientos y objetos de decoración. El mármol está
de moda.
No es sólo un material muy decorativo, sino que además tiene
una gran calidad y un brillo natural que da lustre a cualquier estancia. Eso
sí, hay que realizar un mantenimiento para que no pierda ese aspecto
impresionante del primer día. De forma cotidiana es aconsejable limpiarlo con
productos específicos para mármol para protegerlo, y se pueden usar renovadores
del brillo como acabado final.
En ocasiones la limpieza diaria ya no es suficiente. Como es
un material de los de ‘para toda la vida’, de manera periódica es importante
realizar el pulido de mármol, porque las pisadas y el uso cotidiano de los
suelos de mármol les hace perder su aspecto brillante y su prestancia. Este
proceso bien realizado alarga enormemente la vida útil de tu suelo al eliminar
manchas y desperfectos de su superficie.
Para hacerlo, es mejor contar con empresas especializadas en
el pulido de mármol como PuliCarlet, ya que hay varias técnicas que pueden
aplicarse al mantenimiento de suelos de mármol. No todos los tipos de mármol ni
el estado en que se encuentren esos pavimentos requieren del mismo tratamiento,
por eso es tan importante contar con especialistas que te asesoren.
Por un lado está la técnica de pulido de mármol, en la que
se eliminan suciedades y se alisa la superficie del suelo. Se realiza con una
máquina específica con un accesorio rotatorio, y después se aplica una capa de
sellado para cerrar los poros de las juntas y que no absorban humedad.
El siguiente tratamiento es el abrillantado, para el que se
puede escoger el acabado final: brillante o ultrabrillante. Pero si quieres ir
un paso más allá y hacer que perdure ese brillo se puede aplicar la técnica del
vitrificado o cristalizado de mármol, por la que además de dar lustre proteges
el mármol, porque se vuelve más duro y resistente a las ralladuras y arañazos.
Y para los casos en los que el suelo se encuentre bastante
deteriorado, la mejor técnica es la del llamado diamantado de mármol, en el que
se pasan unas máquinas rotatorias con un disco de diamante que hace que se
rebajen unos milímetros del material. De esta forma se igualan posibles
irregularidades por picotazos o caídas de objetos, se eliminan manchas
persistentes y el mármol vuelve a verse limpio, brillante y listo para seguir
aportando su elegancia original.
Cada suelo necesitará una técnica u otra en función de cómo
se encuentre y del acabado final que quieras, y de ello dependerán también los
precios por metro cuadrado. Pero en cualquier caso, lo que es vital es que
dejes el trabajo en manos de profesionales serios que cuiden de tu suelo y
recuperen toda su belleza original.